Si durante el desarrollo del niño aprende a conocerlo, a comunicarse con él y a establecer una confianza, esta pregunta no se la haría. Cuando se comunica con su hijo puede conocer todo lo que pretenda, solo depende cómo lo haga. Le recomiendo que demuestre confianza y apertura ante su hijo; no lo juzgue. Juzgar solo serviría para que su hijo no quiera volverle a hablar con confianza. Atención: esto no significa que apruebe todo lo que haga su hijo. Como padre, debe aprender a discernir en qué, cuándo, dónde y cómo hacerle recomendaciones a su hijo. Usted es un guía para el niño, por lo que debe evitar convertirse en una barrera. Guíe con amor, paciencia y respeto los primeros pasos de su hijo y en el camino restante sabrá cómo manejar en los trayectos curvos.
Por tanto, durante muchos años tendrá la oportunidad de comunicarse con su hijo, por lo que desde niño preste interés en explorar sus habilidades. Como padre siempre se tiene un sueño para el niño, sueño que puede ser el que no pudo o no quiso trabajar para convertirlo en realidad. El hijo no puede ser un espejo de lo que usted quiso ser. Debe permitir que su hijo conozca muchas áreas para que pueda identificar dónde quiere desempeñarse. No menosprecie profesiones ni intente influir en los intereses de su hijo. Al final, con esto consigue que sea un adulto fracasado, infeliz o incapaz. En lugar de obligar a un niño a que aprenda todo lo que usted quiera, permítale que sea libre para decidir cuáles son sus aspiraciones. ¿A caso cree que siendo dominante, autoritario o impulsivo logrará ser un padre exitoso? El padre exitoso no es el que logra que su hijo haga lo que usted quiere, es el que permite y da dirección para que su hijo logre la felicidad. La felicidad en el amor, con su familia, en la escuela, en la universidad, en el trabajo, en las diferentes facetas de la vida. Y si cometieron esos errores con usted, no los perpetúe con su hijo.