Quiero ayudar a mi cliente pero no sé qué decirle…

blog

En un proceso de consejería deben llevarse a cabo lo mejor posible las destrezas básicas de todo proceso terapéutico. Hoy nos detendremos en una de las más importantes: escuchar activamente. ¡Sí! ES-CU-CHAR, que no es otra cosa que la habilidad de comprender, responder e interpretar el lenguaje verbal y no verbal de un individuo (Ortiz, 2010). ¿A cuántos les ha sucedido que mientras alguien nos está hablando, estamos pensando en qué le vamos a contestar?, seguramente a muchos. Recuerdo que, como parte de los cursos de consejería, llevaba a cabo algunos role plays en los cuales confieso, muchas veces no me detuve a escuchar a mi “cliente”; y aclaro que se trataba de casos imaginarios. No lo hice con la intención de no prestarle la atención que él/ella merecía, sino por el temor de no saber qué decirle en relación a sus expresiones. Mientras este compartía su situación, lo único que yo estaba pensando era en qué le podía contestar para poder ayudarlo. No fue hasta varias sesiones de práctica que entendí que si escuchamos activamente, nuestros pensamientos y palabras fluyen. Si estás en este proceso de desarrollar esta destreza básica, te comparto algunas estrategias que a mí me ayudaron y siguen ayudándome.

  • Respira. Esta es mi estrategia favorita para enfrentarme a situaciones que me hacen sentir fuera de mi zona de confort. Imagina que ese respiro marca el comienzo de una sesión de consejería productiva.
  • Enfócate en tu cliente. No hay nada más importante en la sesión que no sea prestarle atención.
  • Préstale atención a sus palabras, concentrándote en la conversación.
  • Fíjate en su lenguaje corporal sin dejar de prestarle atención a sus palabras.
  • Fíjate en sus emociones y sentimientos y de seguro tendrás algo que comentar en relación a ello.
  • Ofrece retrocomunicación; esto te ayudará a mantenerte enfocado en el diálogo.
  • Parafrasea. Si de momento te quedas sin palabras, utiliza la destreza del parafraseo. Esto te puede ayudar a caer nuevamente en la conversación y tu cliente se sentirá escuchado.
  • Evita el egocentrismo; trata de no responder de manera que el argumento se centre en ti. Recuerda, el cliente es el enfoque en esta sesión.
  • Aprovecha el silencio. No siempre hay que saber qué decir; el silencio nos puede dar mucha información, pues como dicen, un silencio puede hablar más que mil palabras.
  • No tomes muchos apuntes mientras tu cliente está hablando. Sé que son muchos detalles que debemos recordar, sin embargo, apunta solo lo necesario durante la sesión. Lo mejor es documentar inmediatamente que culmine la entrevista.
  • Realiza role plays. Practica en numerosas ocasiones con algún compañero. Mientras más veces practiques, más confianza ganarás en ti mismo como consejero y, a su vez, podrás junto a tu cliente establecer las metas del proceso.

Love is listening – Paul Tillich

Referencias

Ortiz, R. (2010). The Active Listening. Estados Unidos: Lulu Enterprises Inc.

Ivey, A.E, Bradford Ivey, M. & Zalaquett, C.P. (2010). Intentional interviewing and counseling. California:

Brooks/Cole Cengage Learning.

Deja un comentario