En la sociedad actual, hablar de salud mental sigue siendo un tabú, y cuando se trata de niños, el estigma puede ser aún más profundo. Los problemas de salud mental en la infancia y la adolescencia son tan reales y prevalentes como en los adultos, pero a menudo se pasan por alto o se minimizan. Es esencial que como comunidad, padres, educadores y profesionales de la salud, trabajemos juntos para romper este estigma y brindar el apoyo necesario a nuestros jóvenes.
La realidad de la salud mental en niños
La salud mental en niños abarca una amplia gama de condiciones, desde trastornos de ansiedad y depresión hasta trastornos del espectro autista y déficit de atención e hiperactividad (TDAH). Según la Organización Mundial de la Salud (OMS), uno de cada cinco niños y adolescentes tiene un trastorno mental diagnosticable.
El estigma y sus consecuencias
El estigma asociado con la salud mental puede tener consecuencias devastadoras para los niños. Entre estos se encuentran:
• Negación y retraso en el diagnóstico: Los padres y cuidadores, a menudo debido a la falta de información o por miedo al juicio social, pueden negar o minimizar los síntomas de problemas de salud mental en los niños. Esto puede retrasar el diagnóstico y el tratamiento, complicando la situación a largo plazo.
• Aislamiento social: Los niños que luchan con problemas de salud mental pueden sentirse aislados y estigmatizados por sus compañeros. El miedo a ser etiquetados como “diferentes” puede llevarlos a ocultar sus síntomas y evitar buscar ayuda.
• Autoestima baja y autoestigma: Los niños internalizan el estigma social, desarrollando una baja autoestima y un sentimiento de vergüenza acerca de sus problemas de salud mental. Esto puede impactar negativamente en su desarrollo emocional y académico.
Rompiendo el estigma: Pasos claves
Para romper el estigma asociado con la salud mental en niños, es fundamental adoptar un enfoque integral que incluya educación, sensibilización y apoyo comunitario.
• Educación y sensibilización: Es vital educar a padres, maestros y la comunidad sobre la importancia de la salud mental en niños. Las campañas de sensibilización pueden ayudar a desmitificar los trastornos mentales y promover una comprensión más empática y basada en la evidencia.
• Promover entornos escolares saludables: Las escuelas juegan un papel crucial en la detección y apoyo de problemas de salud mental. Programas de salud mental en las escuelas, formación para maestros en identificación temprana y la creación de entornos seguros y de apoyo pueden marcar una gran diferencia.
• Fomentar la comunicación abierta: Promover un entorno donde los niños se sientan seguros para hablar sobre sus emociones y problemas es esencial. Los padres y cuidadores deben ser alentados a mantener una comunicación abierta y sin prejuicios con sus hijos sobre su bienestar emocional.
• Acceso a servicios de salud mental: Es esencial que los servicios de salud mental sean accesibles para todos los niños. Esto incluye eliminar barreras financieras y geográficas, y asegurar que haya suficientes profesionales capacitados para atender las necesidades de salud mental infantil.
Romper el estigma de la salud mental en niños requiere un esfuerzo conjunto y continuo de toda la sociedad. Al educar, apoyar y promover la comunicación abierta, podemos asegurar que los niños tengan la oportunidad de crecer y prosperar en un entorno comprensivo y libre de estigmas. Los problemas de salud mental son tratables, y con el apoyo adecuado cada niño puede alcanzar su máximo potencial.
En el Centro de Apoyo Psicosocial y Recursos Educativos para el Desarrollo (CAPRED) ofrecemos servicios de evaluación, consejería y terapia a niños, entre otras poblaciones. Servicios variados en modalidad virtual o presencial en San Germán. Para más información o coordinar cita, puede comunicarse mediante correo electrónico a [email protected] o al teléfono 787-212-3668 (WhatsApp o llamada).
Sobre el autor:
El doctor Julio A. Cruz Rodriguez es Director del Centro de Apoyo Psicosocial y Recursos Educativos para el Desarrollo (CAPRED). Posee la licencia de Consejero Profesional del Departamento de Salud de Puerto Rico, una preparación en Consejería en Salud Mental de Lamar University en Texas, una certificación en Consejería Clínica en Salud Mental del Instituto de Desarrollo Integral y Evaluación y un credencial como Consejero Clínico en Salud Mental Licenciado para la Práctica Independiente por la American Mental Health Counselors Association. Tiene 10 años de experiencia en el trabajo con niños y adolescentes.