Llegó el día de tu examen y quizás en el pasado la frase ‘’Pueden virar el papel y comenzar’’ te ha causado mucho estrés, pero, ¡ya no! Te has esforzado lo suficiente durante los pasados días, has estudiado fuertemente y has practicado todas las estrategias necesarias para manejar el estrés. Así que, ya estás listo para enfrentar el examen. A continuación, te comparto algunos tips para que puedas contestar tu examen eficientemente.
- Respira. Es una excelente primera técnica para comenzar algo. Te ayudará a relajarte y manejar la preocupación.
- Piensa positivo. Ya estudiaste y te preparaste. Nada ganas con pensar en que vas a fracasar. ¡Cree en ti!
- Escribe tu nombre. Aunque parezca innecesario el recordatorio, a veces los nervios y el deseo por comenzar lo más pronto posible, pueden causar que olvides identificar el papel.
- No hojees el examen antes de comenzar. A veces se quiere saber qué preguntas tiene el examen y cuan largo es antes de comenzar a contestar. Trata de evitarlo ya que esto ocasiona que te pongas más nervioso.
- Lee las instrucciones. Por alguna razón los estudiantes suelen contestar las premisas sin leer las instrucciones. Léelas varias veces aunque creas que has entendido lo que debes hacer.
- No te quedes en una pregunta que no sabes. Si crees que no sabes la respuesta a una premisa, pasa a la próxima. Quedarte en ella hace que pierdas más tiempo y te pongas ansioso. Es muy probable que al terminar con las demás premisas recuerdes la respuesta de la que dejaste para el final. O si estas de suerte, puede que encuentres la respuesta dentro del mismo examen. ¡Me ha pasado!
- Si tu examen se trata de redactar un ensayo, comienza a escribir las ideas que lleguen a tu mente. Luego organizas la sintaxis.
- Pregunta. Si no entiendes alguna premisa, pregúntale al maestro/profesor. Él no te dará la respuesta pero si puede parafrasearte la premisa para tu mejor entendimiento.
- Utiliza el tiempo completo. Lleva contigo un reloj para que puedas manejar el tiempo. La idea no es que lo mires cada cinco minutos, sino que tengas noción de ello. Recuerda, no tienes que ser el primero en entregar tu examen. ¡No te darán un premio por eso!
- Revisa antes de entregar. Asegúrate que hayas contestado todas las preguntas y que no hayas dejado ninguna en blanco.
- Cuando entregues el examen, no vayas inmediatamente a tus apuntes para verificar qué contestaste bien y qué no. Si lo haces te sentirás preocupado por los próximos días y de nada sirve. Mejor déjalo ir y relájate. ¡Ya pasó!
Como mencioné en mi escrito anterior ¿Estresado ante los exámenes?, siempre le digo a mis estudiantes: Ansioso o no, de todas formas tienes que tomar el examen. Por tanto, ¿Qué es mejor, tomarlo nervioso o respirar y tomarlo relajado? ¡Manos a la obra!
